Tendencias en Política Educativa en México
A principio del
presente milenio, las políticas educativas en México se encuentran en tensión
por dos polos: por un lado están las exigencias del Banco Mundial y la OCDE
para modernizar, en el sentido de democratizar, el sistema educativo y por otro
la realidad del magisterio mexicano - defendido y representado por el SNTE-
reacio a cualquier cambio que suponga un peligro a su “plaza”. Esta tensión es,
en mi opinión, la que define la política educativa mexicana. Sus antecedentes
son los siguientes:
Por un lado está
el mundo globalizado, a partir del consenso de Washington, los gobiernos de
América Latina reciben una serie de recomendaciones en sus políticas económicas
entre las cuales limita las decisiones gubernamentales de índole paternalistas,
aumentando la exacción fiscal y dejando los vaivenes de la economía comercial y
financiera en poder del mercado global, además de que los gobiernos inviertan
en infraestructura en materia de salud y educación. Muy pronto, estas
recomendaciones se extendieron para todos los países en desarrollo y finalmente
se da como una realidad mundial. Estas recomendaciones, son en la práctica ,
condiciones para otorgar préstamos y para velar el funcionamiento económico y
financiero de los países. Una primera crítica del consenso, pone énfasis en el
capitalismo salvaje que deja olvidados los derechos fundamentales de los
ciudadanos más vulnerables. Es claro que los que sufren extrema pobreza, las
minorías étnicas, y en general todas las minorías, quedan desprotegidas con la
implementación de políticas económicas antipopulares. Es entonces cuando la
UNESCO propone una serie de metas que incluyen como parte fundamental la
democratización de la educación con la inclusión de los derechos humanos para
todos. Estas políticas se ven reforzadas en una serie de cumbres realizadas en
Latinoamérica, donde los países participantes, entre ellos México, se
comprometen a trabajar para lograr metas comunes. Los puntos medulares de
dichas metas concentran la atención en el cambio de la educación por
competencias , la inclusión de los derechos humanos, particularmente de las
minorías y en las medidas económicas necesarias, principalmente de
infraestructura, para que efectivamente la educación provea ciudadanos
competentes para el mundo laboral globalizado. Así por ejemplo la Cumbre de
Santiago y la Cumbre de Mar de Plata.
Por otra parte,
se encuentra la realidad educativa en México, con el sindicato más grande de
América Latina y con una jefa vitalicia: Elba Esther Gordillo. Con un poder
real mayor que SEP, el SNTE funciona para lo que fue creado: apuntalar el
sistema político a partir del presidente Lázaro Cárdenas y que desde entonces,
hasta los gobiernos recientes de oposición , han apuntalado al presidente en
turno. En los años setentas,
en el gobierno populista de Luis
Echeverría se crearon miles de plazas en el magisterio, para atender la demanda
de las crecientes poblaciones suburbanas de la ciudad de México y para la zona
rural. Muchas veces los maestros rurales, obtenían dicha plaza sin pasar por la
Normal, directamente de la secundaria se las otorgaba la SEP con tal de atender
lugares a los que nadie quería ir. Así, empezó el desprestigio del magisterio.
En el sexenio de Carlos Salinas, cuando era imperativo pactar con el magisterio
ante las demandas del Banco Mundial, se dan tímidos avances en el sentido de
“capacitar” a los maestros, se invierte en infraestructura , se formas escuelas
técnicas. Pero el sistema sigue intacto.
No hay que ver a
la SEP como antagónica del SNTE, por el contrario, forman una sólo estructura
con homogeneización en las formas y las prácticas institucionales como indica
Peraza
La relación que guardan los maestros con las
diversas dependencias gubernamentales educativas estatales está mediada por la
red corporativa que produce una serie de privilegios y obligaciones, en muchos casos extralegales –no
ilegales- , la cual convierte a cada organización escolar local en un engranaje
más de la compleja red de interacciones políticas que reproduce las
contradicciones existentes entre una organización avocada – por su misión- a
mejorar el sistema educativo estatal. Elevando a calidad del mismo, y una
organización sindical ocupada en mantener la corriente de privilegios de que
goza la cúpula sindical, la cual depende de la influencia que tiene entre el
resto del magisterio, éste, en una relación tipo cascada, guarda una estructura
de privilegios provenientes del círculo cercano del líder, cuyo poder depende
de la cantidad de clientes a los que represente- directivos o maestros-.
Tanto de manera particular como global, la
SEP y el SNTE son dos campos organizacionales bien estructurados, apegados a la
expectativa o regla que establece que una vez que un campo se establece, tiende
hacia su homogenización, tal y como ocurre a nivel nacional en el área
educativa.(Pág. 213)
Mientras tanto la
educación superior se seguía viendo como el camino natural para encontrar un
salario mejor pagado o bien, la posibilidad de ejercer como profesionista
independiente, pero en realidad funcionaba como un retardador : las
oportunidades de empleo eran muy limitadas y el desempleo o la demanda de
empleos calificados era rápidamente ocupada. De este modo, se mantenía ocupada
una población considerable, que de otra forma, quedaría en las filas de
desempleados, creando un problema político.
La situación
actual:
Las reformas
neoliberales iniciadas en México en la década de los 80’s, no produjeron ningún
cambio en el Sistema Educativo. Su
manera de trabajar y los resultados que se obtuvieron continuaron siendo los mismos.
En el gobierno de Felipe Calderón
se creó el proyecto de reforma educativa llamado “Alianza por la Calidad de la
Educación”, se propone explícitamente; “impulsar una transformación por la
calidad educativa”, y fue establecido en conjunción con el SNTE, de ahí el
nombre de Alianza. Su objetivo es “propiciar e inducir una amplia movilización
en torno a la educación, a efecto de que la sociedad vigile y haga suyos los compromisos
que reclama la profunda transformación del sistema educativo nacional”. Además,
la Alianza está en consonancia con las recomendaciones de la OCDE. Está
sustentada en cinco ejes principales:
1. Modernización de los
centros escolares.
2. Profesionalización.
3. Bienestar y desarrollo
integral de los alumnos.
4. Formación integral de los
alumnos para la vida y el trabajo
5. Evaluar para mejorar.
Como ya se vio
en un trabajo anterior , las observaciones de Peraza al respecto, nos hace notar
que dichas reformas tienen muchos vacíos estructurales tales como las TIC que
siguen considerándose apoyo material y no como parte fundamental del cambio
educativo; la profesionalización de los maestros con una carrera universitaria
en vez de la Normal; la vinculación de ofertas de trabajo reales con las escuelas
tecnológicas ; la transparencia en las agencias de evaluación magisterial etc.,
de donde se sospecha que las acciones presentadas queden en declaraciones de
buenas intenciones.
No obstante no
todo es negativo, parece ser que el programa de becas “oportunidades” ha dado
buenos resultados. Su esquema ha sido copiado para implementarse en Nueva York
según la UNESCO. Por otra parte ha aumentado la oferta de educación a distancia
para bachillerato y algunas licenciaturas y posgrados.
Mención aparte
merecen las reformas para la educación media superior RIEMS, que pretende
unificar la educación para que cualquier estudiante de bachillerato tenga los
mismos conocimientos básicos necesarios – aunque atendiendo los aspectos
relevantes de su entorno regional-en vista de poder movilizarse.
Finalmente se ve
con claridad que el principal obstáculo que tienen los programas educativos, si
de verdad quieren elevar el nivel escolar a estándares internacionales, es
despolitizar las estructuras mismas de la SEP y el SNTE desde la cámara de
diputados. Salvando quizá, el contrato conocido como “plaza” ya que de otra
forma se armaría un revuelo en el magisterio nacional. Por otra parte, también
sería deseable una descentralización efectiva y la inversión en
infraestructuras, principalmente para el uso de las TIC. Pero a mi modo de ver
lo más importante es revitalizar el magisterio, sacarlo del letargo burocrático
e inyectarle una buena dosis de lucidez en su vocación: no perder el objetivo
principal: construir junto con los
niños y los jóvenes, los saberes necesarios para convertirlos en adultos capacitados
para afrontar el mundo del trabajo y la actitud permanente de buscar en el
estudio y en el conocimiento un estilo de vida generalizado.