martes, 9 de octubre de 2012

trabajo final


Tendencias en Política Educativa en México
A principio del presente milenio, las políticas educativas en México se encuentran en tensión por dos polos: por un lado están las exigencias del Banco Mundial y la OCDE para modernizar, en el sentido de democratizar, el sistema educativo y por otro la realidad del magisterio mexicano - defendido y representado por el SNTE- reacio a cualquier cambio que suponga un peligro a su “plaza”. Esta tensión es, en mi opinión, la que define la política educativa mexicana. Sus antecedentes son los siguientes:
Por un lado está el mundo globalizado, a partir del consenso de Washington, los gobiernos de América Latina reciben una serie de recomendaciones en sus políticas económicas entre las cuales limita las decisiones gubernamentales de índole paternalistas, aumentando la exacción fiscal y dejando los vaivenes de la economía comercial y financiera en poder del mercado global, además de que los gobiernos inviertan en infraestructura en materia de salud y educación. Muy pronto, estas recomendaciones se extendieron para todos los países en desarrollo y finalmente se da como una realidad mundial. Estas recomendaciones, son en la práctica , condiciones para otorgar préstamos y para velar el funcionamiento económico y financiero de los países. Una primera crítica del consenso, pone énfasis en el capitalismo salvaje que deja olvidados los derechos fundamentales de los ciudadanos más vulnerables. Es claro que los que sufren extrema pobreza, las minorías étnicas, y en general todas las minorías, quedan desprotegidas con la implementación de políticas económicas antipopulares. Es entonces cuando la UNESCO propone una serie de metas que incluyen como parte fundamental la democratización de la educación con la inclusión de los derechos humanos para todos. Estas políticas se ven reforzadas en una serie de cumbres realizadas en Latinoamérica, donde los países participantes, entre ellos México, se comprometen a trabajar para lograr metas comunes. Los puntos medulares de dichas metas concentran la atención en el cambio de la educación por competencias , la inclusión de los derechos humanos, particularmente de las minorías y en las medidas económicas necesarias, principalmente de infraestructura, para que efectivamente la educación provea ciudadanos competentes para el mundo laboral globalizado. Así por ejemplo la Cumbre de Santiago y la Cumbre de Mar de Plata.
Por otra parte, se encuentra la realidad educativa en México, con el sindicato más grande de América Latina y con una jefa vitalicia: Elba Esther Gordillo. Con un poder real mayor que SEP, el SNTE funciona para lo que fue creado: apuntalar el sistema político a partir del presidente Lázaro Cárdenas y que desde entonces, hasta los gobiernos recientes de oposición , han apuntalado al presidente en turno. En los años  setentas, en  el gobierno populista de Luis Echeverría se crearon miles de plazas en el magisterio, para atender la demanda de las crecientes poblaciones suburbanas de la ciudad de México y para la zona rural. Muchas veces los maestros rurales, obtenían dicha plaza sin pasar por la Normal, directamente de la secundaria se las otorgaba la SEP con tal de atender lugares a los que nadie quería ir. Así, empezó el desprestigio del magisterio. En el sexenio de Carlos Salinas, cuando era imperativo pactar con el magisterio ante las demandas del Banco Mundial, se dan tímidos avances en el sentido de “capacitar” a los maestros, se invierte en infraestructura , se formas escuelas técnicas. Pero el sistema sigue intacto.
No hay que ver a la SEP como antagónica del SNTE, por el contrario, forman una sólo estructura con homogeneización en las formas y las prácticas institucionales como indica Peraza
La relación que guardan los maestros con las diversas dependencias gubernamentales educativas estatales está mediada por la red corporativa que produce una serie de privilegios y obligaciones,  en muchos casos extralegales –no ilegales- , la cual convierte a cada organización escolar local en un engranaje más de la compleja red de interacciones políticas que reproduce las contradicciones existentes entre una organización avocada – por su misión- a mejorar el sistema educativo estatal. Elevando a calidad del mismo, y una organización sindical ocupada en mantener la corriente de privilegios de que goza la cúpula sindical, la cual depende de la influencia que tiene entre el resto del magisterio, éste, en una relación tipo cascada, guarda una estructura de privilegios provenientes del círculo cercano del líder, cuyo poder depende de la cantidad de clientes a los que represente- directivos o maestros-.
Tanto de manera particular como global, la SEP y el SNTE son dos campos organizacionales bien estructurados, apegados a la expectativa o regla que establece que una vez que un campo se establece, tiende hacia su homogenización, tal y como ocurre a nivel nacional en el área educativa.(Pág. 213)

Mientras tanto la educación superior se seguía viendo como el camino natural para encontrar un salario mejor pagado o bien, la posibilidad de ejercer como profesionista independiente, pero en realidad funcionaba como un retardador : las oportunidades de empleo eran muy limitadas y el desempleo o la demanda de empleos calificados era rápidamente ocupada. De este modo, se mantenía ocupada una población considerable, que de otra forma, quedaría en las filas de desempleados, creando un problema político.
La situación actual:
Las reformas neoliberales iniciadas en México en la década de los 80’s, no produjeron ningún cambio en el Sistema Educativo.  Su manera de trabajar y los resultados que se  obtuvieron continuaron siendo los mismos.
En el gobierno de Felipe Calderón se creó el proyecto de reforma educativa llamado “Alianza por la Calidad de la Educación”, se propone explícitamente; “impulsar una transformación por la calidad educativa”, y fue establecido en conjunción con el SNTE, de ahí el nombre de Alianza. Su objetivo es “propiciar e inducir una amplia movilización en torno a la educación, a efecto de que la sociedad vigile y haga suyos los compromisos que reclama la profunda transformación del sistema educativo nacional”. Además, la Alianza está en consonancia con las recomendaciones de la OCDE. Está sustentada en cinco ejes principales:

1.    Modernización de los centros escolares.
2.    Profesionalización.
3.    Bienestar y desarrollo integral de los alumnos.
4.    Formación integral de los alumnos para la vida y el trabajo
5.    Evaluar para mejorar.
Como ya se vio en un trabajo anterior , las observaciones de Peraza al respecto, nos hace notar que dichas reformas tienen muchos vacíos estructurales tales como las TIC que siguen considerándose apoyo material y no como parte fundamental del cambio educativo; la profesionalización de los maestros con una carrera universitaria en vez de la Normal; la vinculación de ofertas de trabajo reales con las escuelas tecnológicas ; la transparencia en las agencias de evaluación magisterial etc., de donde se sospecha que las acciones presentadas queden en declaraciones de buenas intenciones.
No obstante no todo es negativo, parece ser que el programa de becas “oportunidades” ha dado buenos resultados. Su esquema ha sido copiado para implementarse en Nueva York según la UNESCO. Por otra parte ha aumentado la oferta de educación a distancia para bachillerato y algunas licenciaturas y posgrados.
Mención aparte merecen las reformas para la educación media superior RIEMS, que pretende unificar la educación para que cualquier estudiante de bachillerato tenga los mismos conocimientos básicos necesarios – aunque atendiendo los aspectos relevantes de su entorno regional-en vista de poder movilizarse.
Finalmente se ve con claridad que el principal obstáculo que tienen los programas educativos, si de verdad quieren elevar el nivel escolar a estándares internacionales, es despolitizar las estructuras mismas de la SEP y el SNTE desde la cámara de diputados. Salvando quizá, el contrato conocido como “plaza” ya que de otra forma se armaría un revuelo en el magisterio nacional. Por otra parte, también sería deseable una descentralización efectiva y la inversión en infraestructuras, principalmente para el uso de las TIC. Pero a mi modo de ver lo más importante es revitalizar el magisterio, sacarlo del letargo burocrático e inyectarle una buena dosis de lucidez en su vocación: no perder el objetivo principal: construir junto con  los niños y los jóvenes, los saberes necesarios para convertirlos en adultos capacitados para afrontar el mundo del trabajo y la actitud permanente de buscar en el estudio y en el conocimiento un estilo de vida generalizado.

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